A CONTINUACIÓN SE MUESTRA UNA PEQUEÑA DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES DIOSES GRIEGOS.
Zeus:
Padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de
los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y
soberano tanto de la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo,
dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el terrible rayo. Su arma
principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a
los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia.
Hera:
Es en la mitología griega, reina de los dioses, hija
de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Hera era la diosa
del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Era madre de Ares, dios
de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de
Ilitía, diosa del alumbramiento. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las
amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su
naturaleza vengativa.
Hefesto:
En la mitología griega, dios del fuego y de la
metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo
hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado.
Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la
misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque
Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin
embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del
amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les
fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte
Etna, volcán siciliano.
Artemis:
En la mitología griega, una de las principales
diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto
y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la
caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la
diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como Apolo, Ártemis iba
armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que
la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y
plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.
Apolo:
En la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto,
hija de un titán. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su
victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a
los que amaba, como a la princesa troyana Casandra. Apolo era un músico dotado,
que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un
atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos
olímpicos. Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Tal vez a
causa de su belleza física, Apolo era representado en la iconografía artística
antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.
Atenea:
Una de las diosas más importantes en la mitología
griega. Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija
favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la
gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía
el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había
regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más
importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
Afrodita:
Es la diosa del amor, de la belleza y del deseo
sexual. Nace de la espuma del mar fecundada por el miembro de Urano. Llega a
las costas de Chipre, por eso a veces se la llama Cipris.
Puede ser una diosa terrible con aquellos que no tienen por
ella el respeto debido como bien descubrieron Fedra y Pasífae.
Fue entregada a Hefesto para castigar su orgullo y ella lo
aceptó, aunque le fue infiel en numerosas ocasiones. Pero Hefesto siempre la
perdona. Es de las pocas diosas que tuvo amores con un mortal, Anquises, del
que tuvo a Eneas.
Hades:
En la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo
del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los
tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre,
Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina,
Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los
muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria
ni sacrificio, no era maligno. El mundo subterráneo suele ser llamado Hades.
Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto
mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los
titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras
incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de
dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el
anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas
aguas.
Hermes:
En la mitología griega, mensajero de los dioses,
hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y
correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un
caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte
superior. Guiaba a las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que
poseía poderes mágicos sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio,
protector de comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía
los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena
suerte como de la abundancia.
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